Tómate una pinta en el Gravity Bar, el punto más alto de Dublín
Ubicada en un antiguo almacén de grano, esta impresionante fábrica ha dado fama a la Guinness en el mundo, por lo que vale la pena hacerse un recorrido. Las instalaciones cuentan con sistemas multimedia y recurren al uso de alta tecnología de audio y video para contar la historia de la cerveza Guinness. Aunque todo está explicado en inglés, la visita puede seguirse fácilmente.
La fábrica se encuentra en el corazón de la St. James’s Brewery en Dublín, y es, según el sitio web de Guinness Storehouse, el lugar que posee mayor númeo de visitantes en Irlanda. Desde su apertura en noviembre de 2000, Guinness Storehouse ha atraído a más de 4 millones de visitantes de todos los rincones del mundo.
El precio de la entrada de adultos es de 15 euros, pero si se reserva online se queda en 13.50. Trata de llevar tu carnet de estudiante en caso que lo tengas para que se quede en 11 euros.El almacén se distribuye en más de siete plantas alrededor de un atrio de cristal, tomando la forma de una pinta de Guinness. En la planta baja, la exposición introduce los cuatro ingredientes de la cerveza: agua, cebada, lúpulo y levadura, los cuales se combinan para hacer una pinta de Guinness. Los visitantes también están introducidos en el quinto y el ingrediente vital, Arthur Guinness sí mismo.
Más adelante se cuenta cómo es el proceso de elaboración, desde el tostado hasta la fermentación. La visita se continúa pasando por un pequeño laboratorio donde te dan a probar la cerveza y te muestran los tipos de Guinness que se producen en la actualidad. De ahí se puede recorrer otro piso para conocer los diferentes sistemas de transporte que se ha utilizado para llevar la cerveza a todos los rincones de Irlanda y del mundo. En un principio carretas tiradas por caballos, y es posible que veas algunos aparacados en el exterior del edificio.
Desde la fabricación de barriles a la publicidad de la marca
Una de las secciones más curisosas es la que se dedica a explicar la antigua producción de barriles de madera donde se almacenaba la Guinness. Un vídeo comenta el complejo y costoso proceso de fabricación de estos barriles. Un experto artesano podía llegar a construir uno por día. A medida que el visitante se mueve hacia arriba a través del edificio, los visitantes se topan con una zona dedicada a la historia de la publicidad de Guinness, incluyendo videos de muchos de los anuncios de TV muy conocidos a lo largo de los años y a su famoso tucán, icono de la publicidad, y el arpa, símbolo de Irlanda y de la famosa marca.
La Guinness Storehouse también pretende fomentar el consumo responsable así que dedica una exhibición interactiva que estimula al visitante a examinar sus hábitos de consumo propio y a reconocer los peligros de beber en exceso.El séptimo piso está dedicado a la gravedad, y está cúpula representaría la cabeza de una pinta de Guinness gigante formada por el atrio. El Gravity Bar ofrece un lugar para relajarse, disfrutar de una pinta de Guinness (incluida con el precio de la entrada) y disfrutar de las vistas de 360 grados sobre la ciudad de Dublín.
La historia de la fábrica
Fundada por Arthur Guinness en 1759, St James’ Gate es el centro donde se elaboran 450 millones de litros de Guinness al año, y abastece a un país en el que cada día se consumen hasta 4 millones de litros. Ya en la década de 1930 la fábrica de St James’ Gate era el mayor empleador en la ciudad. Sus más de 5.000 empleados eran pagados muy por encima del salario mínimo, y contaban con beneficios adicionales como la construcción de viviendas, beneficios para la salud, planes de pensiones, vacaciones y los seguros de vida.
Dirección: St James, The Liberties
Teléfonos: tel: (01) 408 4800 (info) tel: (01) 453 8364 (reservas)
Transporte: Autobús: 21A, 78, 78A desde Fleet St
Web: www.guinness-storehouse.com
Anónimo
Creo que ha sido el dinero mejor gastado en mi visita a Dublin.
Anónimo
A mi me impresionó esta fábrica de grandes dimensiones y toda la elaboración que se necesita para hacer esta gran cerveza como es la Guinness. Después de conocer todo su proceso de elaboración, no se me olvidará aquel momento en que después de subir gran cantidad de plantas, que todavía no recuerdo, me bebí esa gran cerveza allá en lo alto, viendo las mejores vistas de todo Dublín. A todo el que vaya que no pase la oportunidad de ir. Se lo recomiendo a todo el mundo.